El ciberdelito ha alcanzado proporciones sin precedentes en 2024, convirtiéndose en una importante amenaza mundial. Según informes recientes, este flagelo representa ahora la tercera economía más grande del mundo, detrás de Estados Unidos y China. Las pérdidas relacionadas con estas actividades delictivas se estiman en 10.400 millones de dólares este año, poniendo en peligro la seguridad digital de las empresas, las instituciones públicas y los ciudadanos.
Un flagelo global creciente
Cada segundo, miles de ciberataques afectan a usuarios individuales, pymes y grandes multinacionales. Las técnicas utilizadas, que van desde el ransomware hasta el espionaje industrial, demuestran una sofisticación cada vez mayor. En España, el 25% de los delitos denunciados en 2024 estuvieron relacionados con Internet, y el 80% de ellos implicaron fraude. Esta observación refleja una realidad global: uno de cada cinco delitos se comete actualmente en línea.
Récord de rescates y objetivos estratégicos
En 2024 se pagó un rescate histórico de 75 millones de dólares, aunque se desconoce la identidad de la empresa afectada. El ransomware continúa apuntando a industrias críticas como la energía, la atención médica y la tecnología. Empresas europeas como Repsol e Iberdrola han sido blanco de importantes ciberataques, comprometiendo sus datos sensibles e interrumpiendo sus operaciones.
IA: un acelerador para los ciberdelincuentes
La inteligencia artificial juega un papel central en el aumento del ciberdelito. Al perfeccionar sus herramientas, los piratas informáticos hacen que sus ataques sean más específicos y difíciles de detectar. En 2024, prácticas como deseos (suplantación de voz) se han multiplicado, permitiendo infiltrarse en entornos corporativos imitando a hablantes conocidos.
Ataques cada vez más sofisticados
Los ciberdelincuentes aprovechan vulnerabilidades no parcheadas, como violaciones de seguridad día ceroy dependen del robo de contraseñas o de elaboradas técnicas de phishing. Estos métodos suelen apuntar a empleados poco capacitados, el verdadero talón de Aquiles de las grandes organizaciones.
Las inversiones en ciberseguridad aún son insuficientes
A pesar de la magnitud del problema, los esfuerzos para fortalecer la ciberseguridad siguen siendo desiguales. En España, el 90% del gasto en este ámbito procede de grandes empresas, lo que deja a las pymes especialmente vulnerables. Sin embargo, estos últimos representan una parte importante de las víctimas de ataques.
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Prioridad a la prevención
Los expertos destacan la importancia de la prevención proactiva ante estas amenazas. Entre las medidas esenciales se encuentran la actualización periódica de los sistemas, el fortalecimiento de la complejidad de las contraseñas y la capacitación de los empleados en las mejores prácticas digitales. Ángela García, portavoz de INCIBE, recuerda que el pensamiento crítico puede jugar un papel crucial: “Si nos tomáramos el tiempo de verificar la información que recibimos, se podrían evitar muchos fraudes. »
Un futuro incierto y desafíos crecientes
Este año (2025), los expertos prevén una intensificación de los ataques dirigidos, impulsados por una IA aún más sofisticada. Se espera que sectores críticos, como la salud y la energía, sigan a la vanguardia, mientras que técnicas como el phishing y el vishing se volverán más precisas.