El emocionante enfrentamiento entre Manchester City y Tottenham concluyó de manera controvertida el domingo pasado, cuando el delantero del City Erling Haaland mostró su descontento con el árbitro Simon Hooper en las redes sociales.
Haaland, el talentoso delantero centro noruego, expresó fuertemente su frustración con Hooper después de que se le negó la oportunidad de aprovechar la ventaja en los momentos finales de este apasionante partido de la Premier League en el Etihad Stadium.
Haaland, que se unió a otros miembros del City en sus protestas contra el árbitro, continuó mostrando su descontento después del partido, volviendo a publicar un clip del incidente en X (antes Twitter), acompañado del comentario "Wtf", una expresión familiar.
El hecho que desató la indignación en el City se produjo cuando Haaland fue derribado en el quinto minuto del tiempo añadido. A pesar de esto, logró recuperar el equilibrio para pivotar y enviar a Jack Grealish a una posición ventajosa.
Al principio, Hooper pareció reconocer la infracción permitiendo que el juego continuara, pero luego hizo sonar su silbato para retroceder y otorgarle al City un tiro libre.
La medida provocó protestas del City y críticas de los expertos en fútbol.
Jermaine Jenas, del Partido del Día 2 de la BBC, calificó la decisión como un error monumental, mientras que Leon Osman admitió que fue un gran error a pesar de la tecnología disponible.
Micah Richards, de Sky Sports, destacó la cantidad de situaciones en las que se permite que el juego continúe y agregó que el City se sentirá agraviado por la decisión.
Al comentar sobre el incidente, Jamie Carragher dijo que el árbitro "entró en pánico", mientras que Roy Keane describió la decisión como "mala".
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Los jugadores y el personal del City rodearon al árbitro al final del partido para exponer su caso, con Haaland particularmente animado.
Pep Guardiola, técnico del City, respondió con calma a los medios y dijo que no haría un comentario provocativo al estilo de Mikel Arteta. Añadió que los errores ocurren y que a veces pierde la calma cuando se trata de árbitros, pero en este caso sigue siendo comprensivo.
Esta polémica llega en un contexto donde los errores arbitrales siguen generando debate en el mundo del fútbol profesional.